BIOGRAFIA
Cheikh Maelainin :
Se llama Sidi Al Mostafa Ben Cheikh Mohammed Fadel (nacido en el año 1797 y fallecido en el año 1869), Ben Cheikh Mohammed Al Amin, Alias “Mamin” Al Qalqami Al Idrissi Al Hassani, nacido el martes 27 de Chaabane del año 1246 hegiriano correspondiente al 11 de febrero de 1831, falleció el día 21 de Chaoual de 1328 hegiriano, correspondiente al 25 de octubre del año 1910, su madre, de nombre de Mnina o Manna Bint Al Maaloum Ben Sidi perteneciente a la tribu Ijayjeb.
Cheikh Maelainin creció con su padre y aprendió de él las ciencias religiosas, asimismo, aprendió el Corán con la versión de Warch a los 10 años, y volvió a aprenderlo con las siete versiones, se esforzó mucho en aprender de su padre y de sus jeques, tal y como el Cheikh Mohammed Fadel Ben Al Habib Al Yaacoubi. Sobre ello, dice el sabio Cheikh Mohammed Abdullah Ben Takrour, en testimonio de su sabiduría “era de los que más reconocimiento llevaba en las ciencias, se graduaba desde su juventud a la mano de su padre…”
El Cheikh Maelainin empezó su carrera al lado de su padre el Cheikh Mohammed Fadel Ben Mamin, y cuando su padre lo graduó, ha viajado al país del Sahel y Tindouf en búsqueda de la ciencia y apelación a dios. Mientras tanto, el Cheikh peregrinó a la Meca en el año 1858, pasando por Fez, Egipto y Al Hijaz.
En aquel largo viaje, El Cheikh tuvo la oportunidad de ver de cerca el estado del mundo musulmán y ponerse al tanto de las novedades del mismo y del inmenso desarrollo de la civilización del medio oriente.
Asimismo, El Cheikh aprovechó de su viaje para conocer y desarrollar sólidas relaciones con los reyes alauitas impresionados con su persona, su sabiduría y conocimiento…
Aquello fue la premisa del imperio del Cheikh Maelainin en el Sahara que contaba en sus filas miles y miles de fieles, cuyo lugar era la ciudad que el propio Cheikh construyó y bautizó ES-SMARA y que, más adelante, la Castilla del resistencia contra los colones y la fábrica de cientos y cientos de sabios a lo largo de la historia del Sahara.
Sin embargo, y tras la penetración colonialista en la región, que el Cheikh consideró como una intromisión hostil de países extranjeros, el propio Cheikh ha declarado la guerra al colonialismo francés, y ha comenzado a preparar y motivar a sus discípulos y a las tribus siendo así el eje central de la comunicación entre el imperio alauí y el Sahara.